Mi Héroe favorito

 Una tarde regresando de Chorrillos en el metropolitano “la modernidad” de Lima, pase por el puente de la Panamericana Sur con dirección a Villa. Pude ver un alguna rodeada de vegetación y un recuerdo vino a mi mente, me preguntaba si esa laguna era aquella en la que hace unos 30 años atrás mi hermano Teo me llevo una vez, con toda la patota del barrio. Esa laguna en donde él buceaba y nadaba, recordé estar en la orilla viendo como todos se metían al agua.

Recuerdo que caminamos mucho pero no recuerdo el cansancio, recordé que todo lo que el hacia me parecía fascinante, envidiaba cuando llegaba a casa con varas de zaquara con las que hacia cometas tipo avión las que manejaba con destreza, era un capo con las canicas, no se si sería mi mala memoria pero podría jurar que eran más de 200 las canicas que guardaba en un frasco de talco Johnson y unas medias repletas, las tiraba debajo de la cama. Las veces que salíamos a la calle él era el campeón de los trompos, el ojo, las escondidas y demás juegos, su gran colección de figuritas, sus comics interminables, la primera guitarra que se compro y que yo eche a perder, siempre quería tener lo que el tenia.

Lo que nunca voy a olvidar es aquella vez en la que paseando en bicicleta me llevo en hombros por la avenida Pastor Sevilla cuando no estaba asfaltada y el hospital ni siquiera existía, esa vez fue para mi lo máximo, ese día se convirtió en mi héroe favorito, quería ser como el cuándo creciera.

A pesar de su aparente indiferencia hacia mí, una que otra paliza  que ahora me hace compararlo con “Totoca” de Mi Planta Naranja Lima, esas noches en la que no asustaba con los vampiros, él era mi héroe.

Tuvieron que pasar muchos años para que pudiera darme cuenta que el seguiría siendo mi héroe, aquella vez que en un almuerzo me invito a conocer a Cristo, no como yo lo conocía sino al verdadero, el seguiría siendo mi héroe, porque quien no quiere ser como su héroe favorito. El me presento a su héroe favorito aquella tarde y lo hice mío, y ya tenia dos héroes a quienes admirar y a quienes imitar. Luego fui conociendo mas héroes,  pero ninguno como mi hermano.